Hacia una Fiesta Digna: condiciones mínimas para el respeto y el bienestar en espacios de fiesta
Fragmento de mi investigación "La música electrónica como un espacio de sanación"
Alan Gonzalez
4/25/20253 min read


La investigación parte de una inquietud central: ¿cómo garantizar que los espacios de fiesta sean también espacios de cuidado, respeto y bienestar colectivo? En contextos donde la fiesta es frecuentemente asociada con el descontrol, la precariedad o incluso la negligencia hacia el cuerpo y las emociones, surge la necesidad de repensar estos espacios desde una perspectiva ética y humana. Este trabajo propone el concepto de “Fiesta Digna” como una herramienta crítica para evaluar las condiciones en las que se desarrollan los eventos culturales y de entretenimiento. Desde un enfoque cualitativo basado en la observación directa y entrevistas con organizadores de eventos, se busca identificar los elementos mínimos necesarios para que la experiencia festiva no atente contra la integridad física, emocional y simbólica de quienes la habitan.
Al explorar el concepto de "Fiesta Digna" utilizando la herramienta de IA de Microsoft, los resultados obtenidos fueron reveladores: “Si tomamos las palabras ‘fiesta’ y ‘digna’ por separado, podríamos entenderlo como una celebración o evento social que se lleva a cabo de manera respetable, con decoro y sin excesos. En este contexto, ‘digna’ podría referirse a una fiesta que no involucra comportamientos autodestructivos o irresponsables” (Copilot, 2024). Esta definición es bastante precisa, pero es esencial profundizar en los elementos necesarios para lograr un evento de esta índole.
Tuve la oportunidad de colaborar con diversos organizadores de eventos, conversando con ellos sobre el concepto de una fiesta digna, reflexionamos sobre los aspectos fundamentales que debe tener un espacio para desarrollar un evento de calidad. Identificamos que los requisitos esenciales incluyen:
Condiciones Mínimas de Higiene:
Un espacio debe mantener altos estándares de limpieza para garantizar la salud y el bienestar de los asistentes. Esto incluye la limpieza regular de todas las áreas, especialmente de los baños y zonas comunes.
Sanitarios en Buen Estado:
La disponibilidad de sanitarios suficientes y en buen estado es crucial. Deben estar equipados con papel higiénico, jabón y otros suministros necesarios para asegurar una experiencia cómoda y digna para todos los asistentes.
Áreas de Descanso:
Es importante contar con áreas designadas para que los asistentes puedan descansar y recuperarse durante el evento. Estas áreas deben ser cómodas, accesibles y bien ventiladas.
Acceso a Agua Potable:
El acceso a agua potable es fundamental. Esto puede ser a través de fuentes de agua gratuitas o botellas de agua a precios accesibles, tal como se ha implementado en algunos festivales y conciertos. Garantizar que los asistentes estén bien hidratados es clave para su bienestar.
Para abordar este problema, es crucial que los organizadores de eventos y los propietarios de los espacios trabajen juntos para mejorar las condiciones de los lugares donde se realizan los eventos. Invertir en la infraestructura adecuada no solo asegura una mejor experiencia para los asistentes, sino que también contribuye a la creación de un entorno seguro y respetuoso.
Además, la implementación de políticas claras sobre el comportamiento esperado en los eventos puede ayudar a mantener el decoro y prevenir comportamientos autodestructivos o irresponsables. La seguridad y el respeto deben ser pilares fundamentales en cualquier fiesta digna, asegurando así que todos los participantes puedan disfrutar del evento de manera plena y seguras.
Así una fiesta digna no solo se define por la ausencia de excesos, sino también por la provisión de un entorno seguro, higiénico y respetuoso. Es la responsabilidad de los organizadores asegurar que cada aspecto del evento contribuya a una experiencia positiva y memorable para todos los asistentes.
Para caminar hacia fiestas más dignas, es necesario:
Cambiar el paradigma de organización, poniendo el bienestar de los asistentes como eje principal, no solo la rentabilidad o el espectáculo.
Promover políticas internas dentro de las promotoras y colectivos que aseguren higiene, descanso e hidratación básica.
Fomentar la participación comunitaria, invitando a les asistentes a cuidar el espacio junto con la organización.
Educar sobre el autocuidado y el cuidado mutuo, sin moralismos, pero con herramientas claras.
Pensar la fiesta como un espacio de dignidad es también pensarla como un espacio político, donde se reflejan nuestras formas de convivir, de resistir y de celebrar. La fiesta digna no es solo posible, es necesaria.